If he started arguing, he'd kiss you.

lunes, 30 de mayo de 2011

Pobre de su patito de goma


Debe de tener más vendas que plumas. ¡Cuántas veces le ha cortado las alas! ¡Cuántas veces sus pares le ofrecieron dárselo a alguien que lo necesitaba! -Tantas como ella rechazó la oferta.
Será egoísta, pero... ¿Quién va a necesitar su pato de goma más que ella? -Cualquier persona. Porque ella no le hace caso ya.
Tantas veces que le ofrecen regalarlo al encontrárselo por el suelo, tantas veces que ella le dibuja una pajarita o un parche de pirata con un permanente, o lo coloca encima de sus Cds como si fuera su altar.
A su lado, su reloj con forma de manzana parece desesperado cada vez que el segundero se atasca. Pero eso se arregla rápido. Solo hay que darle cuerda, como al soldadito de plomo.
Ese pobre soldado le recuerda a ella. Cada vez que se acerca a él hace movimientos limitados, como un robot al que hay que engrasar.
Su risa siempre ha sido bonita. Enseñe las encías o sus dientes relucientes siempre está guapa. Pero últimamente la única persona (si se le puede llamar así) que le saca la sonrisa es Winnie the Pooh. Ese oso lo tiene muy fácil. -¿Será dulce por comer miel? -se preguntaba de pequeña-. El caso es que ella tendría que ser pegajosísima porque ama la fruta.De hecho siempre merienda fruta. Vale, hay frutas que son amargas, pero tú tómate una alcachofa para comer que hasta el "chille" te sabe dulce.
Abre el cajón de debajo de su cama y aunque parezca imposible, saca una tacita de té verde y una tacita que pintó ella misma.
Aparta miles de folios en los que ha intentado retratar esa sonrisa que le vuelve loca (fallidamente) y encuentra algo parecido a una tetera. Después de preparar su té (me salto esa parte porque lo hace demasiado complejo) se sienta en la terraza.
Coge su guitarra española y la puntea. No tiene lima de uñas y tiene que hacerlo de alguna manera. Una mariquita sale de su caja de resonancia.
La toma y la coloca sobre su uña. Se camufla en su uña esmaltada a lunares.
Sopla como si se tratase de una pestaña al pedir un deseo y la pobre mariquita sufre un "momento pantene extremo".
Pero no huye, se está mejor que en la caja de resonancia.
- ¿Así que eres tú quién hace que mi guitarra suena raro?
(La mariquita parece asentir)
-Suspira- ¿Cómo vas a ser tú, pequeña?

domingo, 29 de mayo de 2011

Recuerda cuando vivió


en casa de su abuela durante una época. Decidió hacerlo porque sus padres no le quisieron comprar un avión. Se enfurruñó y un día, cuando estos dormían la siesta, se escapó. Cogió su delantal a cuadros y le cortó las tiras, pero solo las de arriba, porque sino no se podría atar al palo de la escoba. Metió su peluche de un oso y su lupa y los envolvió en el delantal. Lo ata al palo y sale de casa. A demás ahora que se acuerda, se fugó de casa por un motivo más... ¡A, sí! El hijo del vecino. Se llevaban un año.
Todos los días se intercambiaban sus juguetes.
Amor inocente, amor infantil.
Pero sus padres eran íntimos enemigos de los padres de él, por lo tanto les separaron. Los vecinos se mudaron y ella va a buscarlo. A mitad de camino, sus piececitos se cansan y se sienta en un portal que casualmente, es el de su abuela.
Su abuela la coge, la eleva por los aires, es una pluma ligera de 7 años y medio.
La sienta e su regazo y le dice:
+ ¿Sabes pequeña? Cuando yo fui joven también a fui a buscar a mi amor. Pero acabé encontrando mi otro amor, la libertad.
- ¿Tú tuviste un amor yaya?
+ Sí cariño, hace mucho tiempo de eso, demasiado quizás.
Verás, mi relación amorosa fue como la de una adolescente con un famoso al que adora:
<<Lo quiere conocer, lo ama y quiere decirle cuanto le quiere.
Pero nunca llega el momento y ese es el error. Una vez lo sueltas de tu mano se escapa y nunca vuelve. Se va lejos, donde nadie lo pueda ver.>>
- Ya abuela... ¿Pero por qué me cuentas esto si yo no te he hablado del amor? Me he escapado de casa por que quiero un avión...
+ Hija, debes aprender a que tu único capricho sea el amor.
Y con esto termina su pensamiento.
Ahora comprende estas palabras pero... ¿será verdad que se ha enamorado? ¿o es simplemente el calor del sol?
Mira su patito de goma. Añora la infancia, añora la ignorancia, añora la compañía, añora su antigua vida.

domingo, 22 de mayo de 2011

Siempre se queda embobada con esos

pequeños puntos que hay en un rayo de sol cuando entra por el hueco entre la persiana y la ventana.
Le gustaría saber de donde vienen, a donde van y por que entran en su habitación y no en la de otro. Sabe que si bajara la persiana se harían invisibles, puesto que no tendría luz suficiente para verlos. ¿Y si lo hace? 
Ella siempre ha querido ser invisible. Pero no quiere saber lo que dice la gente a sus espaldas. Sino comprobar que piensan cuando lo dicen. Se metería en sus mentes y haría de pequeña guía a su conciencia, como si se hubiera perdido y no tuviera rumbo. Solo desea dar un pequeño empujoncito, sino sería como vivir por otro su vida. Y eso no lo desea. Baja la persiana y comprueba si están. Han desaparecido. 
-Buenas noches pequeños. -dice- Sabe que mañana con los primeros rayos de luz solar volverán.

sábado, 21 de mayo de 2011

Anything.

He aprendido que no hay nada perfecto salvo tus defectos. 
Me gusta así.


Nothing at else.

jueves, 19 de mayo de 2011

Ella en el avión.

En su pared, una de las paletas reluce más que nunca.
Es el cuadro del avión. Lo pintó cuando era pequeña y quería ser pilota de avioneta. No, pilota no, COpilota.
Dejó de querer ser pilota cuando se dio cuenta que eso requería concentración, y demasiadas ocupaciones (como la seguridad del copiloto) para darse cuenta del paisaje que la rodeaba. Entonces quiso ser copilota. Ella soñaba con tener un spray de nube con el que escribir un mensaje en el cielo aunque no se entendiera nada a causa del viento y este lo desfiguraba.
Así que se tumba, duerme, e intenta trasladar las emociones de su último viaje al parque de atracciones hasta su sueño volador.
Y hacer de ese sueño una realidad emocional.

martes, 17 de mayo de 2011

Si tuviera que escoger entre


sus dos pasiones, la música y el arte, no sabría cual escoger.
Y es que con la palabra, se puede construir una imagen, y con una imagen, puedes escribir tu propio texto.
Le gusta rozar con la púa las cuerdas de la guitarra, pero también escuchar el leve sonido que hace el bolígrafo al tocar el papel.
La antigua máquina de escribir del estudio tiene varias teclas rotas, pero las toca al azar para hacer su propio lenguaje secreto. Uno que solo pueda descifrar ella misma.
Dentro del arte está también la fotografía, ¿no?
De todas formas, capturar un instante en una pantalla es algo que le pierde.
Música y arte, arte y música. Se necesitan el uno al otro. Como ella y él.

lunes, 16 de mayo de 2011

Ella lo primero que hace al llegar a casa es

quitarse sus zapatos. Para hacerlo tiene que botar como al ponerse unas mallas muy ajustadas. Da saltos por toda la casa hasta que lo consigue. Una vez descalza,baila mientras se sube los calcetines, algo complicado, sino fuera por los años de práctica.
¿Que falta música? "No problem". Solo tiene que ir al salón acordarse de cuál es el botón de encendido de la cadena musical, ya que hace tiempo que no lo toca. No porque no escuche música, sino porque se usa tantas veces al día que con solo entrar a casa ya se enciende.
Ella entra a la cocina, y al llegar a la nevera, tiene que apartar millones de tarjetas de felicitaciones navideñas para encontrar el tirador. Se decanta por la sandía. Y como no podía ser de otro modo, la corta hasta llegar al corazón. El resto de sandía... bueno... ¡Qué se quede como la corteza solitaria del pan cuando todo el mundo se come la miga! Ella es la rompe corazones de la fruta. Después, entra en su habitación. En la pared (o lo que se ve de ella) hay varios pósters y cuadros. Los pósters son de grupos que nadie conoce, pero por esos mismo le gustan.
Ella tiene una teoría: Los grupos musicales son como las pilas, como si se desgastaran. Pero su teoría tiene un fallo: las duracell duran y duran, y en su ipod no hay ni una sola canción que dure más de 2 meses.
En cuanto a los cuadros: Nueva York y Londres. Esos cuadros que están en blanco y negro menos el típico taxi amarillo y la cabina telefónica, que están en color. Sí, hasta el gris se vuelve de colores.
Cuando pasa por al lado de su armario, un dulce olor a chocolate y a vainilla la invade. Es su terapia semanal. Cada semana cambia los olores de su armario por los de un dulce o fruta.
Así es como di los degustara, pero sin comer. Parece que hoy toca cambiarlo. Pone olor a arándanos. Ojalá tocara lichi... ¡Le gusta tanto!
Abre la ventana, y con una vela quema un trozo del tallo de un clavel. ¿Que porque no usa unas tijeras para cortarlo? Porque si va a morir prefiere que sea de forma natural. Se lo pone en el pelo y coge una paleta. Vaya, los pelillos del pincel están pegajosos... ¡Pero es que le da taanta pereza limpiarlos cuando acaba de pintar! A demás, así están más coloridos...
Pero no, hay que limpiarlos. Y coge un poco de agua u la pone en una tacita. Mete el pincel y lo aclara como si se lavara el pelo.
Finalmente, deja que ese pincel goce de su ratito de descanso húmedo y coge otro. Pinta, colorea y desliza el pincel, pero a su manera. No pinta en papel, no. No pinta en cartulina. Pinta en la paleta. Y la cuelga en su pared... En el único hueco libre.
Siente un pelaje en su tobillo. Es el gato. Su gato. O no del todo suyo quizás, porque ya no sabe de quién es, ni dónde lo encontró, ni porqué vive en su casa. ¡Pero el caso es que es tan suave! Tiene unos ojos de color tostado. Marrón ahumado. Sus pupilas son tan finas como la punta de su lápiz, y también afilada.
Va a continuar pintando, pero ya no le quedan paletas.
Bueno, tendrá que pintar en su mano.
Así es, capaz de hacer de su mano un óleo.

domingo, 15 de mayo de 2011

A través de la lente.

Hace tiempo que cuando sale al jardín se siente como si alguien la observase.
Se quita las victorias, pero estas son tan verdes que se pierden en el césped. Estira los brazos y hace equilibrio en el borde de la piscina, con cuidado para no clavarse las piedras sueltas del bordillo. Se apoya en la escalera, que suena como una puerta desengrasada.
Se acerca a la valla, esa valla típica que acaba en punta, pintada de blanco como en las películas americanas.
El otro día su gato hizo un pequeño agujero a la altura del césped y ahora puede mirar a través de él. Como adora a ese pequeño bicho, tan independiente. 
Pero no ve nada, y se acerca a la ranura que separa su casa con la de sus vecinos y la encuentra.
Una cámara de fotógrafo profesional que la ha fotografiado, la ha capturado, a ella y a su sonrisa, a ella y a su dulce torpeza, las pequeñas gotas del agua de la piscina salpicadas al pasar el pie por encima, a ella y sus victorias verdes, ahora perdidas en el verdín de la hierba.
Y todo eso, a través de la lente.

miércoles, 11 de mayo de 2011

She knows, she knows.


1, 2, 3… Play.
Enciende el ipod.
Suenan canciones que le recuerdan a él. Y a ella, y a lo que nunca construyeron. Y a sus amigas, lo mucho que las quiere, lo poco que lo demuestra.
Lo que daría ahora por ver sus sonrisas…
Las ha visto esta mañana, pero ya no aguanta más.
A su alrededor la gente pasa. Ella sueña, pero despierta. Piensa y recuerda. Se imagina que todo el mundo pasa a cámara lenta. Y se fija en los detalles que pasan desapercibidos.
Tantas caras, tantas manías, tantos gustos, tantas expresiones distintas.
Sonrisas, sollozos, melancolía, amor…
Se da cuenta de que ella es una más del montón, que pese a que cada uno se encuentra de una manera o piensa de otra, son todos iguales.
Su momento imaginativo pasa, la canción expresa sus últimas emociones, el ritmo disminuye, los compases acaban y no le da a replay.
¿Por qué? –Porque le gusta lo nuevo.
Le gusta que algo le sorprenda.
Pone las canciones en el modo aleatorio.
Al fin y al cabo, es como cuando ordena su habitación, nunca sabe que puede encontrar.
Una canción que hacía mucho tiempo que no escuchaba, un ritmo desconocido, algo que por equivocación ha pasado al ipod, otra canción que no corresponde con su título…
Y no mira el título, “she wants a surprise”.

martes, 10 de mayo de 2011

Tú eres quién eres cuando nadie mira.


Te preocupas para estar perfecta.
Quieres ser
guapa, lista, divertida, y que los demás lo vean.
Buscas la perfección, para la satisfacción de los demás y sobretodo, la tuya, pero no la consigues.
La
perfección es imposible. Pero en algunos casos casi se roza.
No es mi caso ni el de mi gente, pero me alegro de que sea así.
Pd: Nada es aburrido, solo carece de emoción.

viernes, 6 de mayo de 2011

Rain.

Lluvia de color transparente, que cala la tela del paraguas hasta que este resulta inútil. Lo mejor del paraguas es no usarlo, y mojarse con las gotas.


Lo excitante me fascina, pero un exceso es aborrecible.

martes, 3 de mayo de 2011