pequeños puntos que hay en un rayo de sol cuando entra por el hueco entre la persiana y la ventana.
Le gustaría saber de donde vienen, a donde van y por que entran en su habitación y no en la de otro. Sabe que si bajara la persiana se harían invisibles, puesto que no tendría luz suficiente para verlos. ¿Y si lo hace?
Ella siempre ha querido ser invisible. Pero no quiere saber lo que dice la gente a sus espaldas. Sino comprobar que piensan cuando lo dicen. Se metería en sus mentes y haría de pequeña guía a su conciencia, como si se hubiera perdido y no tuviera rumbo. Solo desea dar un pequeño empujoncito, sino sería como vivir por otro su vida. Y eso no lo desea. Baja la persiana y comprueba si están. Han desaparecido.
-Buenas noches pequeños. -dice- Sabe que mañana con los primeros rayos de luz solar volverán.
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