If he started arguing, he'd kiss you.

sábado, 25 de junio de 2011

15.09.'10 - 27.06.'11

Bueno clase, hasta aquí hemos llegado.
Un día nos decidieron poner juntos y no es que me gustara mucho.
Pero supongo que me he acostumbrado, que me ha pasado como con otras clases, que al principio no paraba de quejarme y mirad al final... No me imagino otro año más sin vosotros. Nos pasa a todos ¿o no es verdad?
Durante este curso, he descubierto que hay personitas que había juzgado mal, que pensaba que eran de una forma y son de otra.
También hay personas que ya conocía de antes, que ya sabía lo bueno y lo malo de tenerlas en clase y que tampoco me he cansado de ellas. Luego están ellas, mis chicas que no se me olvida mencionar, que saben que las quiero y que NUNCA me van a separar de ellas.
En cuanto a la gente nueva, bueno, mucho no me he relacionado con ella, pero que también forman parte de 2ºC.
Este curso ha sido... distinto.
Profesores nuevos, horarios nuevos, compañeros nuevos, amistades nuevas...
Ha habido risas, piques, paridas, lloros, tonterías...
La verdad es que es extraño no levantarte pronto, andar por la calle y que esté oscuro, llegar al patio, sentarse a esperar que llegue alguien con quién hablar y subir a clase, encender las luces, rallar la pizarra, sentarse por que por desgracia hay clase a las ocho, ponerse a hablar aunque se sepa que Carla va preguntar, y el día que no lo hace, decir: ¡Qué maravilla!, después acabar la hora de naturales y ponerse a hablar con el de al lado, o pasear por la clase cantando, o meterse a presión en el armario y gritar que por favor te saquen de ahí.
Se hace raro no poder ponerse en la tarima y observar como la gente corre, hace el pavo, grita, hace coreografías, se copia los deberes de inglés de mi workbook o pone verde a Carla.
Se hace raro no sentir ese gusanillo antes de un examen y los gritos histéricos de: -¡MUCHA MIERDA! -¡LA NECESITO! que lo preceden. No más cosquillas, clases de gimnasia, mochilas pesadas, persianas que se atascan y por supuesto NO MÁS CLASES.
Pero que esto se acabe tiene una parte buena, y es que ya llegan las vacaciones de verano. Vacaciones calurosas, de granizados que ¿a quién no le gustan?
Se echará de menos a mucha gente, prácticamente a toda la clase. No se os olvidará, sois la mejor clase que he tenido y que voy a tener. ¡Feliz verano a todos y no os olvidéis de mi, anda!
Os quiero(L)






¿Sabéis lo mejor de todo esto que ha pasado?
Los recuerdos que me llevo y que no se van a ir de mi mente durante todo el verano.
Sois increíbles.



domingo, 19 de junio de 2011

Tumbada en la cama,

saborea una piruleta. Dulzura y amargura que le recuerdan a las chucherías que se ponen para las yagas de la boca. Dos sabores contrarios en un mismo lugar. 
Su portátil se encuentra encima de ella, se calienta por segundos y le hace parecer estar en una sauna.
Le gustaría estar en la piscina, pero no se puede estar con el ordenador allí. ¿O sí? Prefiere no arriesgar la vida de su querido portátil, así que decide darse una ducha. Eso le aclarará las ideas. Además en la ducha es donde mejor canta. Y sin que la escuche nadie, o eso cree ella, pues la escucha hasta la araña del jardín de la vecina.
Usa el grifo como micrófono, como si se tratase de uno de los karaokes baratos que regalan con el cola-cao.
Entra en la ducha y pone el portátil en la parte "seca" de la pila.
La cortinilla de la ducha es tan transparente que puede ver el portátil a través de ella.
Por si acaso se aclara el ojo y lo saca por una pequeña ranura vacía entre la cortina y el frío y empañado baño y mira que por fin la ha hablado.
-¿En serio tiene que ser ahora?-grita-.
-Ella estaba por el momento de solo-chillido que tanto le gusta. Pero lo más importante es que está mojada...
Bueno, habrá que sacrificarse. Se mete en la ducha, sigue cantando, o casi por que según cierra la cortinilla, la abre en seguida y salta de la ducha de la manera más ridícula e histérica que pueda haber.
La conversación no es nada interesante.
Es un -hola, ¿qué tal? -que tanto horroriza. 
Se han visto esa misma mañana, ¿cómo va a estar? -Igual de ENAMORADA.
Pero eso no se lo puede decir, no vaya a ser que le pregunte quién es.
Aunque eso sería lo mínimo, ya que seguramente le diría: -a.
Esos últimos días han sido tan increíbles como estúpidos.
Son ridículos, horribles, terribles, horrorosos cuando no le ve;y maravillosos, preciosos, cuando lo ve.
Es como una fiesta loca que no acaba nunca, pero que no se sabe cuando empezó, es pura locura, es AMOR.
Coge el ordenador todavía chopada y no sabe como escribir sin chillar por dentro.

miércoles, 15 de junio de 2011

Éramos monos,


lo repetíamos todo menos las lentejas. 

Éramos pequeños, soñadores, dormilones y a la vez desvelados.

Deseábamos ser princesas, astronautas. Volábamos más allá de los sueños y nos sentíamos gigantes respecto al juguete con el que pasábamos el rato.
Saber como beber por una pajita a la vez que controlar un barco teledirigido sobre el agua era todo un logro.
El mayor de los problemas era cuando no habían lacasitos, o papas, o gusanitos en la despensa y como evitar que mamá nos hiciera tomar coliflor para cenar si no nos la comíamos a mediodía.
Vivimos en un universo de pompas. Cuando somos pequeños, esas pompas nos protegen y evitan que nos pasen cosas horribles. Nos hacen inmunes.
Pero luego crecemos, y esas pompas van perdiendo jabón, que se sumerge en el tejido del aire. Se convierten en agua que te salpica en los ojos y escuece, y hace que te caigas al vacío. En ese momento estamos desprotegidos, y es cuando el amor llega.
Es como un pulpo que nos abraza a ocho bandas. Nos obliga a amar, a querer a alguien sobretodo por sus defectos, por sus manías.
Por que ella le quiere, ella también tiene manías y muchas.
Por ejemplo, siempre se hace trenzas para dormir, por que así piensa que se le ondula, aunque cuando se las quita su pelo sigue siendo plano y sin forma. Es completamente recto, salvo por dos rizos que tiene más allá de las orejas, que parecen antenas.
Siempre se pone los calcetines, salvo en verano, pero aún así sus pies y su nariz están helados.
Siempre tiene en la boca algo dulce. Puede ser chocolate, un chicle, una fruta o un barquillo de los que se ponen en los helados, aunque a ella le gusta ponerlo en sus yogures con trozos y hacer como si fuera una pajita, absorber.
Estas la hacen poco común, y eso le gusta. Pero más le gustan él y sus sorpresas.

lunes, 13 de junio de 2011

Hace 2 años, no hablaba mucho con él.


Eran simples sonrisas, o paridas, o empujones...
El año pasado ni se hablaban.
Este año ya cambió. Fueron días extraños, risueños, cálidos, fríos, locos, difíciles, en los que le dieron ganas de llorar, de alegría o de pena. Unos días que parecían eternos pero que eran demasiado cortos. Canciones hay a montones que le recuerdan a él y que son como un pellizco del que va haciéndose más grande el dolor. Poco a poco se dio cuenta de que no podía aguantar sin verlo. Lo necesitaba a diario, verlo a él, que siempre le saca la sonrisa, que nunca le hace llorar, salvo cuando no está. Y dentro de poco no estará. Three months. Three long months. Meses imposibles sin él, sin sus idioteces, sin sus locuras diarias. Hola verano, adiós rutina, adiós ilusión, adiós emoción diaria. Adiós a Roma y a sus preciosas vistas, que esto ya se acaba y no volverá a ser igual.

jueves, 2 de junio de 2011

Cry is not the solution.

Antes iba y venía en autobús, pero ahora está harta de ver los chicles pegados y como la gente empaña los cristales con su gélido aliento en un día de invierno. Sí, dibujar cosas con los dedos en un cristal le apasionaba... Cuando tenía 3 años y era capaz de meterse el pie en la boca incluso cuando tenía una piruleta dentro de ésta.
Ahora va y viene andando, aunque no sienta la nariz ni los pies. Sus manos están protegidas por manoplas, y los pies por botas "peluchín", pero se siente incómodamente fría.
La nieve le cubre sus pestañas, pero así, si llora nadie le preguntará si está bien. La nieve se fundirá y se convertirá en agua.
Su gorro le tapa el pelo y casi sus dos trenzas que caen por los dos lados. Las gomas que sujetan la trenza están perfectamente deshilachadas, cada vez que se las quita piensa que su pelo va a morir, víctima del enredo.
Al sentarse en un banco se da cuenta de que algo no ha sobrevivido por el camino. Su botella de agua... bueno, se diría que ha reventado un poco a causa del frío. Se ha mojado todo. Es uno de esos días en los que todo sale mal. Intenta secarlo soplando, pero se da cuenta que lo único que consigue es respirar aire frío, más allá de su bufanda. No aguanta más. Se deja caer del banco, de la forma más ridícula que pueda haber.
Pero le da igual que la miren mal, no se dedica a comprobar que alguien la haya visto. Prefiere apoyar su cabeza en el banco y mirar al cielo. Típico de las películas patéticas. Ella es patética. Todo es patético. Pasa de esconderlo todo de nuevo. Gritaría, pero le duele demasiado el pecho para poder hacerlo. Su garganta se congela, sus cuerdas vocales no producen ni un mínimo sollozo. ¿Esto es lo que llaman amor? Ella lo entendía como algo increíble, como en las películas, en los libros, en las vidas de las chicas perfectas... Realidad... Como duele lo real.
Llora, pero en silencio. Ve como deja de nevar y el sol sale. Genial, toca la escena en la que "el inalcanzable" se sienta al lado de ella, le dice que la entiende. Ella dice que no con la cabeza, se enjuaga las lágrimas y sorbe por la nariz. Ella, una vez recuperada, dice que le quiere, él dice: ¿Qué?. Ella responde que nada... Se aleja sigilosamente y ella acaba como siempre, con el culo congelado, lágrimas que parecen mares y unas ganas insuperables de tirarse por una cascada para ver si así le sale el grito de una vez, aunque sea por adrenalina. Pero no, por dios... ¡Más agua no!
 
Todo eso es tan típico que hasta prefiere que no pase. Sí, le gusta lo atípico, y le gustaría vivirlo con él. Pero como no, él no es así, es uno más... Y la verdad es que ahora que lo piensa debería ir a casa a beber un chocolate caliente. Oye... ¿y si combinamos?
 
Mejor que sea un helado de Häagen Dazs. Como en las series de americanos deprimidos. Ya estamos con lo típico...
-Se levanta- Ya va siendo hora de actuar. Tira su diario mojado y enciende una cerilla. ¿De verdad va a quemarlo? -Recuerda el clavel. Lo quemó para que muriera a lo natural. Sí, a demás así sufre... Se siente asesina. Recuerda lo que le ha pasado y piensa que debería matar más a menudo. Así dejaría de tener el cuerpo como una piedra de frío. No pasaría nada de lo que le ha pasado.
Ojo por ojo, romper corazón por romper ilusión.
La mayor mentira es la realidad. The biggest lie is the reality. El viento sopla y la apaga. ¿O ha sido su aliento? Ella nunca es así.