Dijeron que esta noche nos olvidaríamos de las preocupaciones.
Que seríamos libres, que nos rescataría la policía a las 6 de la mañana, que nos quedaríamos atrapados entre trozos de cristal roto, encerrados entre un olor dulce que no llega a alcohol.
Dijeron que nos perderíamos entre caminos que no llevan a ninguna parte, que cargaríamos el uno con el otro, tropezando con todo entre risas.
Dijeron que bailaríamos colgándonos de las farolas, al puro estilo "New York", que nos comeríamos el mundo con palillos, o con las manos, ¡¿qué más da?!
Y es que somos alocados, emocionalmente bipolares...
Lo que no dijeron es que esta noche seríamos jóvenes. Puede que se sobreentienda, puede que no haga falta decirlo, pero influye.
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