If he started arguing, he'd kiss you.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Coindencias...


Querido… Lo que sea.
Esta última carta va dirigida a nadie, a todos.
Voy a extraviarla en el correo, para que llegue a cualquier destino, para la multitud, para los solitarios.
¿Alguna vez te has preguntado qué sería de ti sin amor?
Yo nunca lo he pensado, ni voy a hacerlo.
No te puedes imaginar lo mucho que perderías, ni eres capaz de rozarlo.
Si te subes a un acantilado y sientes ganas de chillar lo haces, sin preocuparte de si el eco rebotará en una cabaña abandonada o en las piedras que provocan avalanchas.
Si quieres soñar, no necesitas una almohada, ni una manta, ¿para qué las quieres si no tienes nadie con quién hacerlo?
Solo busca la felicidad del otro.
No importa dónde, con quién ni cuándo, siempre fluye por donde pasa.
No existen palabras suficientes para describir ese sentimiento, ni se le puede calificar realmente de esa manera.
Solo… surge. Pero cuando todo lo que quieres se muda a otro hábitat, pierde todo el sentido y se esfuma.
¿En qué se convierte entonces?
En vapor de emociones y una turbina húmeda.
Los restos causados no forman ni la mitad de lo que se construyó en poco tiempo.
PD: Los cimientos se construyen poco a poco, pero la pared se puede derrumbar en un mínimo instante.

Hasta que nos vuelva a fallar,

Alguien más del club.

No hay comentarios:

Publicar un comentario