If he started arguing, he'd kiss you.

sábado, 31 de diciembre de 2011

Cuenta atrás...


Un año más.
Vuelven los deseos, las colas en los supermercados, los cotillones en los que cada año meten una máscara, confeti, serpentinas y algún que otro matasuegras, la ilusión, los sueños y esperanzas para el periodo determinado que viene…
Regresan los sueños, las uvas con y sin pepitas, los propósitos para el año nuevo.
¿Y qué toca proponernos este año?
Posiblemente, la lista de estos propósitos debería estar hecha desde más o menos dos o tres semanas antes de Nochevieja, pero pienso que es mejor dejarlo para el final, para ver qué sucede durante ese lapso de tiempo.
Propongo una idea:
Voy a dejar el consumismo de lado, a olvidarme de las ofertas y propuestas y descuentos que ofrece la ciudad en esta época del año.
Voy a centrarme en las calles iluminadas, en el olor a bizcocho recién hecho, a turrón partido recientemente y a flor de pascua.
Alejándonos un poco del ambiente industrial quizá nos demos cuenta de aquello que no hicimos bien este año que ya acaba, de todas aquellas veces que no hicimos lo que debíamos y de todas las lágrimas que causamos.
También recordaremos todas las sonrisas desatadas, carcajadas tan sonoras que se escuchaban a medianoche en nuestras mentes, de madrugada y que retumbaban al despertar.
Nunca olvidéis todo lo que ha sucedido en 2011, ni los que participasteis en él, ni los que entrasteis en mi vida es éste.
Feliz Año Nuevo a todos, y esperemos que 2012 llegue con sorpresas y con sueños cumplidos.

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