Aquí nos tienes
otra vez, nena.
Tan alegres, tontas, adictas a lo estúpido y a cada mísera corchea que forma la música que cantamos.
Tan despreocupadas como niñas.
Y es que te mentiría si te dijera que no quiero volver a ser pequeña solo para vivir esos años que se hacen milésimas de segundo junto a ti.
Otra mentira sería decirte que me cansan ya todos esos deseos y promesas que dijimos cumplir, porque es imposible hartarme de ellos si cada vez estamos más cerca.
Pd: No sé si es posible ser joven eternamente, pero no lo necesito si vas a seguir robándome cada carcajada...
Te quiero, fabricante de sueños.
Tan alegres, tontas, adictas a lo estúpido y a cada mísera corchea que forma la música que cantamos.
Tan despreocupadas como niñas.
Y es que te mentiría si te dijera que no quiero volver a ser pequeña solo para vivir esos años que se hacen milésimas de segundo junto a ti.
Otra mentira sería decirte que me cansan ya todos esos deseos y promesas que dijimos cumplir, porque es imposible hartarme de ellos si cada vez estamos más cerca.
Pd: No sé si es posible ser joven eternamente, pero no lo necesito si vas a seguir robándome cada carcajada...
Te quiero, fabricante de sueños.


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