If he started arguing, he'd kiss you.

martes, 10 de abril de 2012

Followed up.


Siempre nos quedará ese momento en el que pensamos que seríamos pequeños eternamente, que jamás creceríamos, que llegaría Peter y nos tiraría de la mano, hacia Nunca Jamás.
Nos atrapamos en la realidad inaccesible de llegar a conocer a Garfio, de no ser nunca lo suficientemente mayores como para olvidar a ese osito que nos gustaba abrazar, de cansarnos de los “besos esquimal y mariposa” de nuestras madres, de medir los centímetros que creíamos en la pared y de pasar las tardes colgados de una barra o apropiándonos de un columpio.
Luego llega el momento de dejar todo esto de lado y, por un momento, parece que va a ser más fácil de lo que pensábamos.
Pero no lo es, porque muchas cosas más, aparte de los mordedores con olor a canela y los peines de púas de seda, se van, y no desearías que se marcharan…
No hablamos de peluches, no de muñecas. Lo siento por los soldaditos de plomo, marionetas y figuritas, pero tampoco se encuentran implicados en esta conversación. Hablamos del crecimiento, de su inexperiencia y sus malas consecuencias.
Y es que crecer… No es un juego de niños.

No hay comentarios:

Publicar un comentario