Después de todo lo que hemos pasado...
Después de casarnos, transformarnos en "Pequeñas Saltamontes", ser esposas, cantar a voz en grito por la calle, bailar con fregonas en la Nau, reírnos juntas hasta que nos duela el pecho, después de caerme de culo, intentar comprarnos "pulseras de la amistad" aunque nos pareciera ridículo, llorar juntas, montar coreos improvisadas con cara de pato, gritar: -¡POPOPOPORNO GAAAAAY!, de decir que me odias, de cuestionarnos nuestro matrimonio, ver películas porno como "Amèlie", enfadarnos por paridas minúsculas, insultarnos de mil maneras, de auto-piropearnos diciendo que somos to' sersis, de gritarnos al oído, de entrar a tiendas y acabar saliendo por que ignoramos lo que hay a nuestro alrededor...
Después de las miles de entradas, fotos, cartas, postales, murales, regalitos, abrazos, besos, leches que me has metido, después de babear nosotras solas ante una carcasa de Blackberry de la Bandera Británica y soltar un "gemido orgásmico", de gritar por la carretera: -¡Ono... Matopeya!, comer magdalenas con pepitas de chocolate del "Starbucks" con tu "Frapuccino" que te da asco ver cuando lo sirven -todo esto en una mesa giratoria-, después de que me salpiques con queso en el Mc Donald's, de petar "Danoninos" con olor a Salsa Barbacoa, cantar en la parroquia a golpe de botella, insultar a nuestras queridas mamis, decirnos que los tíos no importan y que: "-He's a stupid boy."
Después de prometernos que estaríamos juntas SIEMPRE y que ninguna PUNTOS SUSPENSIVOS nos separará, de confiar que alguien que habite por ahí nos decida regalar una Blackberry o una "Reflex", de comprarnos gafas de culo de vaso, reírnos de los penes gigantes, olerle los "shoshos" a las muñecas perfumadas de "Ale-Hop", insultar a quien tú y yo sabemos y de pararnos en medio del centro para quitarte una tirita al lado de una tienda de magdalenas que nos haga babear...
¿Me dices que esto se ha acabado?
Yo te corrijo, guapa:
-Lo único que se ha acabado aquí no tiene que ver con el matrimonio o nuestra amistad, ni con que tu cara dé menos asco que la mía.
Solo se han acabado las mentiras.
Y no miento cuando te digo que esto llega al fin del mundo...
Te quiero.
Son 8 letras, a las que le sumas tú y yo... ¿Y qué te da?
Te da el número diez.
Ahí queda eso. Te quiero, Sonia.

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