Has puesto mi
vida boca abajo.
En el momento en
el que más te echo de menos es cuando estás a mi lado.
Lo que más me
duele es que me sonrías, que me recuerdes qué me hizo caer.
Se me cortan los
escalofríos y las hagas de bailar de antes al escuchar tu voz, porque no quiero
que vuelva a pasar.
Se me antoja el
dulce, sí.
Pero el único
vicio que no me voy a permitir perder eres tú.
El ansia que
tengo de tu dulzura la sacio con el chocolate más amargo que se imagina mi
mente cuando ni si quiera existe.
Pd:
Amargas semillas...
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